Higiene dental y tratamientos contra la periodontitis

29 jul 2016

Higiene Dental

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Hoy vamos a tratar un tema que entra de lleno en la importancia que para cualquier persona ha de tener la salud bucodental.

Nos vamos a centrar en analizar cómo puede afectar a los dientes la acumulación de sedimentos de sustancias perjudiciales. Nos referimos a las conocidas como enfermedades periodontales, las cuales, por otro lado, se gestan a raíz de una dejación paulatina de ciertos buenos hábitos en materia de salud dental.

Como en todas las problemáticas que se originan en la boca, las consecuencias negativas que se derivarán tendrán dos vertientes: de salud y estética.

A continuación, vamos a analizar en qué consisten las enfermedades periodontales y cómo podemos hacer frente a sus efectos.

¿Qué son las enfermedades periodontales?

En primer lugar, vale la pena que comencemos por una definición de ellas. A grandes rasgos, son las que están relacionadas con los daños que se producen en los tejidos que sirven de soportes de las piezas dentales: ligamento periodontal, encía, hueso alveolar y cemento radicular. Asimismo, hemos de destacar que los implantes también pueden verse afectados por las enfermedades periodontales, en los casos en los que no se sigan las indicaciones de mantenimiento pertinentes.

Por lo tanto, estos problemas pueden darse en diferentes partes de la dentadura, tales como la línea de la encía y por debajo de ella y el cuello de los dientes.

El origen de las enfermedades periodontales

Conocer por qué se producen las enfermedades periodontales te ayudará también a saber cómo ponerles freno. En este sentido, te interesa particularmente distinguir el significado de dos palabras muy relacionadas: la placa y el sarro.

La placa bacteriana es un residuo transparente y pegajoso que se forma tanto por la noche como por el día y, en general, en los largos intervalos que transcurren entre los cepillados de los dientes. Grosso modo, este sedimento se genera por la combinación de comida, saliva y azúcar. El incipiente crecimiento de estas bacterias se produce a partir de cualquier comida, más allá de la higiene dental de cada uno de nosotros. Sin embargo, está claro que tomar precauciones contribuirá a mantener a raya la pervivencia de estas bacterias.

El sarro no es un sinónimo de la placa, pero viene a ser una especie de segunda fase agravada del fenómeno que representa la placa. Y es que, si la placa no se desprende periódicamente, se va a endurecer y se va a formar el sarro. Además, se agrandará y alojará a una cantidad creciente de partículas. De hecho, ya no será posible removerla mediante tu cepillo de dientes, por lo que tendrás que acudir al dentista para que te aplique algún tratamiento de periodoncia.

Gingivitis y periodontitis

Hasta ahora, hemos estado refiriéndonos a las enfermedades periodontales de una manera genérica, pero has de tener en cuenta que podemos concretar un poco más en función de dónde se producen y su nivel de gravedad.

Primeramente, has de saber que la gingivitis implica la sedimentación de placa bacteriana y sarro en la línea de las encías. Se trata de un tejido superficial de las piezas dentales, por lo que sus problemas resultan más sencillos de afrontar. La encía se inflama y sangra, pero esto no afecta a la raíz del diente.

Por su parte, la periodontitis conlleva daños por debajo de la línea de la encía, puesto que las acumulaciones de placa y sarro se han introducido en tejidos internos. En este sentido, el tratamiento odontológico tiene que ser más invasivo y rápido, ya que no podemos esperar a que se produzcan mayores deterioros. La destrucción del hueso que sirve de soporte al diente es un desenlace, a todas luces, indeseable.

Cómo evitar las peores consecuencias de la periodontitis

Si no combatimos a tiempo la periodontitis, los problemas estéticos y de salud se agravarán, hasta el punto de que se pueden perder las piezas dentales.

Por lo tanto, para que se desprenda la placa bacteriana, los dentistas cuentan con instrumentos como los emisores de ultrasonidos. Otros, como las curetas, sirven para realizar alisados y raspados radiculares. Es preciso vaciar no solo las raíces de los dientes, sino también las bolsas periodontales. Sendas sesiones (una para la arcada superior y otra reservada a la inferior) pueden bastar para llevar a cabo estas limpiezas.

En los casos más complejos, se divide la boca en cuadrantes para proceder a las limpiezas. Incluso, es posible recurrir a técnicas de cirugía periodontal y para regenerar el hueso, más propias de la implantología, en los supuestos más graves.

La higiene dental es fundamental

Efectivamente, es clave para evitar que las bacterias afloren en nuestros dientes. Por consiguiente, te conviene no saltarte ningún cepillado y utilizar cepillos que te permitan acceder a todas las zonas. El hilo dental también jugará un papel relevante y no olvides echar mano de un dentífrico de fluoruro.

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